Escola rural la pinya

El proyecto de educación primaria de la Escola rural la pinya ha nacido del deseo de unos padres de ofrecer a sus hijos una oportunidad educativa coherente con los tres primeros años del jardín de infancia donde han vivido y crecido sanos y fuertes pudiendo disfrutar plenamente de:

• La inmersión constante en la naturaleza con un entorno bello y acogedor;
• La libertad vital y esencial de movimiento, de juego, de expresión;
• La presencia cariñosa y respetuosa de unos acompañantes atentos.

La escola rural la pinya apunta a seguir en este camino y escoge la pedagogía Waldorf porque confía en sus principios y su método, así como en la formación de los profesores formados en esta pedagogía. Esta confianza surge raíz de los encuentros amables y fructuosos con personas provenientes de esta corriente pedagógica (profesores, terapeutas, adultos educados en la pedagogía Waldorf) y de los efectos y frutos positivos de la pedagogía Waldorf (3000 escuelas en el mundo) con su larga experiencia que sigue siendo comprobada en los múltiples testimonios y estudios que se hacen desde los 95 años de su existencia.

Entre los aspectos que más sentido tienen para las familias que se juntan en el proyecto de la Escola rural la pinya, se destaca una educación que:

• Favorece, estimula, desarrolla la sensibilidad, la creatividad, la imaginación y la inteligencia de cada niño/niña a través de las materias artísticas (dibujo, pintura, canto, música, teatro, euritmia…) consideradas tan importantes como las materias clásicas (literatura, gramática, idiomas, matemáticas, geografía, historia etc.)
• Tiene contenidos claros llevados de una manera viva y experiencial, despertando y respondiendo al movimiento natural y espontaneo de saber y aprender de los niños, y eso en una relación alumno/profesor dinámica, respetuosa y cálida;
• Enseña inconsciente, natural y automáticamente a los niños a reflexionar sobre ellos mismos, a auto-observarse, a conocerse a si mismos; aspecto único y tan esencial para poder llegar a ser verdaderos adultos maduros, capaces de ver y gestionar sus propias emociones, situarse comprendiendo las circunstancias en las cuales se encuentran, arraigarse profundamente en un mundo cuyas realidades cambian cada vez más rápido; en fin, cumplir con la vocación del ser humano de ser libre, en armonía con su entorno, los demás y la naturaleza que respeta profundamente;
• Se desarrolla en un lugar único e idílico para los niños con aulas en una masía antigua de Sant Pere de Ribes, qua ya ha hecho su transición energética, rodeada de campos de viñas y de bosques, con una granja de acogida y de cuidado de animales (caballos, ponis, ovejas, cabras, gallinas, cerdos, conejos, tortugas….); y de fácil acceso. (http://www.masgiralt.com)

• Favorece y estimula la práctica y el conocimiento de los idiomas, en particular el ingles, y de la música con la participación de especialistas.
• Se aplican los programas de estudios oficiales adaptándolos y enriqueciéndolos desde todas las aportaciones de la pedagogía Waldorf.

 

Xasca: sonrisa de cosquillas